En el post anterior he planteado las fuentes de “incomodidad” en este imaginario asiento que ocupan los dueños o los directores de empresas y había terminado el mismo dejándole a mi interlocutor en ese relato, con el optimismo que HABÍA ACCIONES A TOMAR, para que él recupere en parte su comodidad.
Me preocupé responsablemente de dejarle en claro que si espera recuperar su comodidad moviendo el asiento de adelante (su equipo de trabajo), iba a ser en vano su espera, la “solución “ no va a llegar por este camino y si le destaqué que era mucho más prometedor , intentar modificar la posición de respaldo de su propio asiento .Ver : https://gbordablog.wordpress.com/2014/10/17/la-incomodidad-del-asiento-de-directores-o-duenos-de-empresas/
La pregunta obvia entonces de su lado fue: “y que puedo hacer yo si estoy esperando que cambien ellos ? ”
Justamente este es el camino, preguntarse QUE PUEDO HACER YO?……cuando el cambio “debería” venir de otro. A este punto mi reflexión compartida junto a él puso foco en lo estéril que puede ser pasar nuestras vidas ESPERANDO CAMBIOS DE OTROS para que finalmente llegue mi propia felicidad…..y este pensamiento, eje central de la labor de un Coach, es el “secreto” a mi juicio, de una vida feliz.
Porque? Porque en el campo de MIS ACCIONES POSIBLES, TENGO EL 100 % DEL CONTROL, y resultará una obviedad decir que en el campo de la “acciones de los otros”…tengo CERO!
Como su predisposición a planificar acciones de su propio campo de acción estaba a pleno, empezamos a revisar hechos concretos que se podían hacer sin mucho esfuerzo material . Mis recomendaciones fueron entonces:
Hacer todo lo posible para que cada empleado PERCIBA que cuando concurre a su lugar de trabajo está llegando a un lugar como el de la figura. Para quienes deseen reforzar esta idea los invito a ver mi post de abril 2014: https://gbordablog.wordpress.com/2014/04/30/puede-una-gotera-hacerle-perder-un-empleado-valioso/
- Darle una “pradera donde trotar”, con todos los bríos que tienen los ejemplares jóvenes , independientemente de su género y que también tuvimos los que hoy somos mayores. Evite por todos los medios que se sientan “empantanados” como nuevamente podemos apreciar en la láminas elegidas. Comprenderé al lector que pudiera darme su argumento de “cautela” frente a dar responsabilidades ( la pradera) a empleados muy jóvenes, al igual que lo hizo mi cliente, y mi respuesta fue: ”déjelo correr, aunque sea en una parcela pequeña, pero que pueda dar rienda suelta a sus ganas” , que en el parangón con la vida de la empresa, será : dele responsabilidades, aunque sean pequeñas porque su inexperiencia obviamente lo expone, pero deje que maneje ”algo “ de cabo a rabo, no lo “masifique”, eso le va a dar la idea de pantano.
- Si va a premiar, o a dar incentivos…..POR FAVOR NO PREMIE CON LAS COSAS QUE LE GUSTAN A UD. ! A esta altura mi cliente me dijo que “podía tener razón “, dado que le vino a la memoria un episodio del año anterior, donde se le ocurrió premiar al mejor vendedor del mes ( que tenía 28 años) y le regaló un ……JUEGO COMPLETO DE PESCA !que como él (el dueño) es fanático de la pesca, había elegido con lo mejor del mercado ! pero nunca se enteró si ese empleado lo usó alguna vez, en rigor de verdad, cree que NO, pero el siempre supuso que era porque el empleado nunca encontraba tiempo para pasar DOS DÍAS pescando en la laguna cercana a la ciudad , como suele hacer él con sus amigos un fin de semana cada tanto. Mi pedido de reflexión fue orientado a que si bien hay mucha gente joven que disfruta de un día de pesca, era “probable” que esta persona no…..y parece que tuve razón!
Por ejemplo, si va a regalar zapatillas ,»otorgue un vale » por un par de buena marca…..pero no las elija Ud, deje que cada empleado elija la que más le guste!.
Como Coach estoy aprendiendo a percibir el valor del tiempo necesario desde que mi interlocutor “toma conciencia “ hasta que se va a poner en marcha con nuevas acciones, en este caso, me pareció atinado preguntarle si prefería “madurar “ estas ideas y continuar en otra jornada con las ideas que aún me restaban compartir con él.
Tardó unos segundos en responderme, su mirada estaba en algún punto fuera de la oficina, me confesó que era se sentía como si le hubieran abierto el telón de una obra de teatro y estaba viendo su empresa desde la platea, que ahora entendía un poco más las posibilidades que se le estaban abriendo y que si bien el equipo de pesca era EL MEJOR DE LA ZONA….ahora podía entender porque no había causado el impacto que HUBIERA TENIDO EN EL, SI LO HUBIERA RECIBIDO COMO UN INCENTIVO LABORAL A ESA EDAD.
Mi respuesta fue: amigo mío, no sabe el tamaño del paso que acaba de dar !
Acordamos vernos en unos días con los temas restantes.
Les dejo mis cordiales saludos
gbordablog 
Muchas veces no logramos ver lo grandes que son las personas que nos rodean, por que somos incapaces, de ver que nosotros mismos, NO TENEMOS TECHO!, que las limitaciones sólo están en nuestra mente, o en hacer siempre lo mismo, por que es lo que conocemos ( nuestra zona de confort).Y no me estoy refiriendo a las decisiones de fondo que son intransferibles, sino a lo que debemos delegar. Sólo cuando descubro y genero valor en quienes me rodean; puedo generar algo diferente, desde un lugar diferente. Y animar a que puedan descubrir quienes nos rodean, sus propios talentos. Que a veces quedan ocultos, por que somos controladores; nos negamos a confiar, en que hay otras formas de ser o hacer. Que no sólo serán para beneficio del empleado, sino también para el de la empresa. Gracias por este espacio.
Excelente aporte, muchísimas gracias !
De acuerdo, ¡Muy buen aporte! En él encuentro especialmente remarcables dos puntos:
– Normalmente nos ponemos en la situación del «Yo estoy bien, tú estás mal». Esperamos que sean los otros los que cambien, cuando quizá somos nosotros los que debemos hacerlo. Más prudente sería ponerse en aquella que dice «Yo estoy bastante bien y tú también» pues denota más humildad.
– Debemos tener mucho cuidado de no ponernos como punto de referencia para gratificar o premiar a alguien por lo bien que está haciendo las cosas. La sugerencia del vale para zapatillas de marca en un negocio reconocido es prudente.
Al final de cuentas, no debemos dejar de tener presente que nuestras actitudes generan actitudes en los demás, especialmente si tenemos una posición de poder.
Agradezco el aporte Jorge !